El debate que no es debate: ¿Es más importante a la hora de frenar un buen neumático o un buen sistema de frenos? Aquí no hay debate posible: son complementarios. Que el conjunto frenos-neumáticos esté en buenas condiciones nos garantiza un plus de seguridad, tanto en circulación como en el momento de detener la moto.
Por eso es importante invertir en neumáticos tanto como en el sistema de frenado. Aunque a veces no nos fijamos lo suficiente en estos detalles a la hora de elegir una moto, debería ser un punto crucial. Nos referimos al conjunto disco, pinza y pastilla de freno.
En cuanto al neumático, en este artículo vamos a desglosar la información que nos provee el fabricante y que viene grabada en el flanco del mismo. Dicha información nos aporta datos sumamente importantes a la hora de decidir.
Por ejemplo, vamos a fijarnos en esta inscripción: 180/55 17 M/C 73W.
180: ancho del neumático en milímetros.
55: perfil del neumático en porcentaje respecto a la altura y ancho.
17: diámetro del neumático en pulgadas.
M/C: neumáticos exclusivos para motocicletas.
73: índice de carga.
W: límite de velocidad. En este caso, hasta 270 km/h.
Las letras que indican el límite de velocidad corresponden a:
- T: hasta 190 km/h
- H: hasta 210 km/h
- V: hasta 240 km/h
- W: hasta 270 km/h
- Y: hasta 300 km/h
- ZR: más de 240 km/h
Otro dato a tener en cuenta es cuando se fabricó. Por ejemplo: DOT 3219.
DOT (Department of Transport): estas siglas nos indican que el neumático está homologado para USA y Canadá.
3219: fabricado la semana 32 del año 2019, (agosto 2019).
También encontraremos una flecha grabada que nos indica el sentido de giro que debe ser montada la rueda para su correcto rodaje respecto al dibujo. Además, información de la composición por capas, si es delantero (front) o trasero (rear) y otros datos menos relevantes.
Incluso podemos encontrar algún dato curioso, como las letras NHS, que catalogan el neumático como exclusivo para competición.
Y, por último, un detalle a observar continuamente: el indicador de desgaste. Nos referimos a esas pestañas en el dibujo, normalmente a 1,6 milímetros, profundidad mínima a la que puede trabajar un neumático desgastado antes de su sustitución.