La postura del conductor en la moto y la manera de tener dispuestas partes del cuerpo sobre ella se relaciona directamente con la seguridad.
Además de la postura debemos sumar la actitud. Cualquier desplazamiento, por corto que sea, debemos asumirlo con la máxima concentración posible. Los motoristas debemos estar alerta en todo momento por lo que hacemos y por lo que hacen los demás.
Volviendo al tema postural, trataremos la posición de los pies en las estriberas. Algo que es natural y ajustado a la comodidad de cada conductor, pero que sin embargo, con pequeñas correcciones, nos ayuda a disminuir la sensación de riesgo.
Pequeñas acciones caóticas pueden desembocar en una más grave si no son corregidas oportunamente. Por ejemplo, ¿te imaginas que por llevar solo apoyada la puntera del pie en el estribo, este se resbala hasta tocar contra el suelo? Esos segundos de distracción y de desvío de concentración pueden ser determinantes ante una situación de inminente peligro.
Por eso, vamos a desglosar una serie de consejos útiles a la hora de apoyar el pie en ese apéndice de la moto:
Los pies (con el calzado adecuado) deben ir paralelos a la moto y al suelo, corrigiendo ese ángulo en todo momento.
Si mantienes la punta de los pies hacia afuera, además de antiestético, es un factor de posible enganche con elementos externos. Si, al contrario, sacas los talones, estás sometiendo al pie a una postura antinatural, forzando las articulaciones del tobillo, lo cual te pasará factura a modo de contracturas y dolor además de fatiga. El llevar las punteras de los pies hacia abajo reduce la altura libre entre la estribera y el suelo. En caso de inclinar la moto en una curva, si el pie roza el suelo, puede doblar hacia atrás el empeine, desestabilizando el equilibrio general del motorista. La consecuencia podría ser una caída.
El pie, en su postura correcta, debe ir firmemente apoyado, situando la estribera en el hueco o escalón del tacón, ejerciendo un apoyo sobre el mismo.
A partir de esa colocación podemos desplazar el pie, asentándolo en la puntera si el ángulo de la curva requiere liberar espacio útil entre el suelo y la estribera y calculando el grado de inclinación de la misma.
En el caso de afrontar una curva de la manera descrita, desplazando la puntera del pie del lado interno hacia la estribera, el pie que permanece del otro lado debe mantener su postura firme y paralela a la moto, ejerciendo una fuerza equivalente para contrarrestar la fuerza de gravedad que te empuja hacia abajo por el trazado de la curva.
El movimiento de los pies sobre la moto debe ir acompasado con la postura del motociclista. Debe acoplarse a cada cambio y ejercer una presión suficiente para sentir que dominamos la parte baja de la moto.
Si observamos estos pequeños detalles, sumamos seguridad en cada trayecto.