Los meses invernales son una lotería para todos los que se mueven en moto. Además del frío, que hace que la experiencia no sea siempre la más agradable, la lluvia, la niebla e incluso la nieve aparecen más habitualmente de lo que nos gustaría. Por ello, es importante estar preparado para cualquier imprevisto, como esas nevadas inesperadas que pueden arruinar nuestras rutas. Para que eso no ocurra, aquí tienes unos valiosos consejos con sello NG BRAKES.
Sé precavido
Si tienes pensado hacer una ruta en moto durante estos meses, es imprescindible que te prepares bien. A la hora de planificarla, consulta la previsión meteorológica. Si el tiempo dice que va a nevar… ¡No te la juegues! Lo mejor es que te quedes en casa o pienses en un plan alternativo y dejes la ruta para otro momento.
Eso sí, la nieve puede sorprender incluso a meteorólogos. Para que no te pille del todo desprevenido, nuestro consejo es que lleves contigo cadenas, para que tengas una alternativa segura en caso de ser necesario. Además, lleva siempre equipamiento de calidad y adecuado para el clima, así como algunos víveres mínimos, por si tuvieras que parar en la carretera.
Cuida la conducción
Una vez en ruta, si te sorprende la nieve, lo principal es que cuides tu conducción. Evita todo tipo de movimientos bruscos, ve todo lo suave que puedas, preferiblemente con marchas largas. Además, a la hora de frenar, primero suelta gas y luego utiliza (de nuevo, suavemente) el freno trasero, para finalmente tocar ligeramente el delantero. De esta forma, evitarás o minimizarás al máximo los derrapes. Ni que decir tiene que este no es el momento de tumbar… Conduce con el máximo cuidado, relajado y olvídate de la velocidad.
Presta atención a todo
Si la nieve te sorprende sobre tu moto, además de mantener la calma, lo más importante es estar atento. Si alguien ha abierto camino, trata de conducir sobre los carriles que se han dejado, pero observa bien que no se estén formando placas de hielo. Además, presta atención a los obstáculos a tu alrededor y las zonas como los arcenes, quitamiedos, farolas, etc., donde se pueden formar acumulaciones de nieve difíciles de detectar.
¡No te hagas el valiente!
Probablemente este sea el consejo más importante. Si conducir un turismo con nieve es peligroso, ¡imagínate en moto! Por eso, no te hagas el valiente y para en cuanto encuentres un refugio en el que resguardarte. Lo ideal es hacerlo en un restaurante o bar de carretera, donde puedas esperar a que el temporal remita mientras tomas algo caliente y sin pasar frío. No hay prisa, la seguridad siempre es lo primero.