A partir del año 2017 en todo el ámbito de la Unión Europea se implantó la normativa Euro 4. Entre otros aspectos valoramos el de la incorporación del sistema antibloqueo de frenos (ABS) que deberán llevar de serie todas la motos de cilindrada superior a 125cm3. Las motos inferiores a 125cm3 adoptarán el sistema combinado de frenado.

Con la vigencia de la normativa Euro 4 se pretende que el parque de motos y ciclomotores reduzca los niveles de monóxidos de carbono (CO), hidrocarburos (THC) y óxidos de nitrógeno (NOx) en cuanto a sistemas de motorización y su adaptación a los protocolos anticontaminación.

Esta normativa no tiene carácter retroactivo y los modelos matriculados con anterioridad a 2017 no están afectados por la Euro 4.

En lo que respecta al sistema antibloqueo de frenos (ABS) desde FEMA (Federación Europea de Asociaciones de Motoristas) han valorado positivamente la nueva regulación, lo que se traduce en una mayor seguridad para los conductores.

Cuántas veces nos hemos visto en situaciones de apuro y al apretar fuertemente el freno lo único que sentimos es la ingrata sensación de la rueda bloqueada deslizándose hacia el punto de impacto o haciéndonos perder el equilibrio con una caída. El ABS evita que las ruedas se bloqueen, lo que nos permite controlar la trayectoria de la frenada. Si esto se produce en condiciones adversas como lluvia o terrenos deslizantes nos puede evitar la pérdida de adherencia y salvarnos de una caída. Ante una situación de peligro, nuestro instinto nos lleva a apretar fuertemente el freno, acción que si tu moto lleva sistema ABS sentirás una vibración y saltos, pero sin abandonar esta presión el control electrónico hará que a medida que vaya detectando un posible bloqueo de las ruedas libere y vuelva a presionar automáticamente las pinzas sobre el disco. El sistema se compone de una bomba que se integra a los circuitos de líquido de frenos y de unos sensores que controlan el giro de las ruedas, la acción combinada mediante unos parámetros electrónicos se traduce en el acortamiento de la distancia de detención y en una situación de frenado más uniforme.

Para los conductores se requiere una fase previa de acostumbramiento ya que en un primer momento la sensación es que la moto no se detiene, incluso libera la tensión de la rueda y vuelve a apretar. Justamente ese es nuestro “ángel de la guarda” que evita el bloqueo completo de la rueda, por eso es conveniente seguir apretando fuertemente a pesar de todos los inputs que nos transmita, y esto requiere una fase de adaptación sobre todo a nivel cognitivo.

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