Los orígenes de esta disciplina, el trial, se remontan a principios del siglo pasado, difícil acertar con la fecha exacta ya que es probable que, como otros deportes o prácticas, se haya generado fruto de una necesidad.
No hace falta imaginarnos el estado de las carreteras en aquellos años y la posibilidad de sortear obstáculos, caminos embarrados, cursos de riachuelos, troncos atravesados, piedras y cuanto objeto que cierre un sendero da una idea del reto. El siguiente paso es el formato competitivo y ya se documenta en Escocia por el año 1909 cuando el Motor Club de Edimburgo organiza una prueba de 5 días para cubrir una distancia de 1.600km a través del campo con zonas de gran dificultad.
Los inicios de esta modalidad están ampliamente explicados en este artículo de Horacio San Martín
Actualmente el trial es una disciplina con un gran reconocimiento popular, incluso ha gestado una hermana pequeña sin motor, el bike trial, en sus inicios Trialsín, con un nombre local de reconocimiento mundial Ot Pi.
Algunas cosas han variado respecto a los primeros campeonatos, se disputan en zonas naturales, aprovechando la orografía del terreno elegido, pero desde el año 1978 se introduce el Trial Indoor, con origen en Barcelona donde se reproduce en un estadio cubierto un circuito de obstáculos puntuables.
El equilibrio y la capacidad de improvisar a la hora de afrontar un obstáculo son las perfomances necesarias y excluyentes del trial. Pasar una zona sin apoyar el pie en el suelo es la regla y todo dentro de un tiempo estipulado, por si fuera poco.
Una moto de trial difiere bastante de una moto de calle o de una off road, pesa unos 75kg aproximadamente, no llevan asiento, ya que el piloto conduce de pie sobre las estriberas, motorizaciones de hasta 300CC con unos 20CV de potencia, pero con una relación de marchas muy cortas. En cuanto a neumáticos sus principales características son que funcionan a presiones de inflado muy bajas, 4 Psi (trasera) a 6 Psi (delantera) es lo habitual para una moto de este tipo, con tacos resistentes y de alta adherencia. Para utilizarse en la vía pública deben llevar obligatoriamente las marcas E o DOT en el flanco.
El sistema de frenado es unos de los puntos más importantes. El mantener una moto sobre el punto de equilibrio se hace apretando o pisando el freno y su liberación debe ser precisa y contundente a la hora de volver a detener la moto sobre estrechas franjas de superficie.
A nivel competición la corona trasera debe ir cubierta por un protector e igualmente los discos de freno deben tener los agujeros limitados en cuanto a su diámetro, ajustados a la normativa FIM.
En NG Brake fabricamos toda la gama de discos homologados por la FIM para competición y nuestras referencias son:
1570X que monta las marcas “Alfer, Future, Gas Gas, Jotagas, Montesa, Ossa, Scorpa, Sherco, Torrot, TRS, Vertigo y Xispa.
1594X que monta Beta.
1591 que monta Scorpa y Sherco.