Scrambler. ¿Cuántas veces has oído hablar de ellas pero no tenías claro el concepto? Si hablamos de motos modificadas, las scrambler son las que mejor representan este movimiento. Para empezar, el propio término traducido en la jerga cotidiana ya te da una idea: “mezclada, revuelta”. Eso significa que a alguien se le ocurrió adaptar un modelo de moto determinado, transformarlo según sus intereses y conseguir lo que buscaba. Si bien el origen se remonta a la Segunda Guerra Mundial, es durante los años 50/60, con el auge de las Café Racer, donde adquiere relevancia.

El mayor auge fue en Inglaterra a finales de los años 50 y 60, donde la sed de victoria en esas carreras entre bares llevó a algunos por el campo a través, y para eso era necesario modificar las motos, para que pudieran superar cualquier obstáculo del terreno.

Paralelamente, en EEUU, concretamente en California, este movimiento tiene su reflejo y surgen muchas motos modificadas para el fuera pista.

Pero, concretamente, ¿en qué consiste una moto scrambler? Algo sencillo, duro y eficiente. Una moto que soporte las duras condiciones del off-road pero que a su vez se pueda conducir por carretera y ciudad. Y realmente lo ha logrado. Actualmente, una moto tipo scrambler de última generación ha conseguido ese compromiso con un elevado nivel de diversión y seguridad.

En sus inicios, los chasis de las Norton eran los mejores para transformar, y combinados con los motores de las Triumph bicilíndricos de 649cc, formaban la base elegida para tener una moto ganadora.

Las motos scrambler tenían que ser motos muy simples y de poco peso. Para esto, las modificaciones estaban orientadas a prescindir de todo lo innecesario. Un depósito de combustible reducido, ruedas con tacos, manillares anchos para tener una mejor maniobrabilidad y comodidad, el tubo de escape elevado para evitar golpearlo contra piedras y troncos y, por supuesto, los guardabarros no pegados a la rueda para evitar que se acumule el barro entre este y los tacos.

Otro detalle es el asiento: cómodo y mullido. Tu espalda lo agradecerá. Y como detalle estético final, la placa del número. Un clásico que le da su toque de aparente competitividad.

A nosotros, de las motos actuales, nos tiene robado el corazón la Ducati Scrambler, pero marcas como BMW, Triumph, Yamaha, Harley Davidson y muchas más, tienen modelos muy significativos en este apartado. Aunque la verdadera scrambler tiene que “nacer de otra y transformarse” como la propia palabra lo indica.