La cultura motera identifica países y marcas y las engloba en determinadas clasificaciones según nuestros gustos. Si pensamos en Italia nos vienen a la cabeza marcas como Ducati, Benelli, Aprilia. Si es Inglaterra no hay dudas sobre Triumph, Royal Enfield (actualmente India), Norton. Estados Unidos y sus Harley Davidson o Victory. Alemania es BMW, DKW, NSU o Zündapp. España es Bultaco, Montesa, Ossa o Derbi. Esto es un pequeño muestreo entre muchas marcas asignadas a estos u otros países que no hemos nombrado. Pero es indudable que si hablamos de popularidad en cuanto a cantidad, presencia en el mercado y referencia pública tenemos que nombrar a Japón.
Japón es la cuna de las Big Four, como se le conoce en el mundo, origen y asiento de las grandes marcas Yamaha, Suzuki, Kawasaki y Honda. Estas cuatro marcas dominan el mundo de las motos en cuanto a producción y evolución a lo largo de la historia.
En la primera mitad del siglo XX, concretamente en el año 1913, se diseñó y construyó la primera moto totalmente japonesa. Fue en la empresa Miyata y su marca comercial era Asahi.
A pesar de soportar uno de los acontecimientos más dramáticos de la historia, pasada la Segunda Guerra Mundial, surgieron en Japón una gran cantidad de fábricas y marcas de motocicletas. Abe Star, Hosk, Olympus, Meguro, Showa, Miyata, Tohatsu, Pointer, Rikuo, Pony, Hope Star, Hosk, Hurricane, Pearl, Queen Bee, Jet, Fuji, entre otras.
En los años 50 había unas 120 marcas registradas que posteriormente fueron cayendo. Sin embargo, entre estas marcas hay algunas que perduran actualmente. No podemos dejar de resaltar a Yamaha, Honda, Suzuki, y un poquito más tarde, Kawasaki.
Como en muchos otros casos, los inicios de estas grandes industrias fueron influenciados por determinadas marcas extranjeras. Eran épocas en las que Japón copiaba y mejoraba esos productos. En muy poco tiempo y con la experiencia adquirida, el país empieza a generar sus propias evoluciones e innovaciones tecnológicas.
Pero en donde mejor se refleja ese alcance es en los procesos de producción. La incorporación de cadenas de montaje robotizadas, la producción en serie de componentes y la integración de industrias auxiliares alrededor de las grandes factorías cambiaron el modelo de productividad.
El saber hacer heredado de otros sectores industriales, de otros productos y de otros procesos, fue creando una identidad propia. Todo esto, unido a la consabida disciplina japonesa y la fidelización del obrero con su empresa, hizo que Japón se convirtiera en muy poco tiempo en toda una referencia mundial.
Este embrionario tejido fue dando paso a un conglomerado de nuevas aplicaciones. Hoy, estas cuatro grandes marcas tienen presencia en el mundo a través de sus motocicletas, automóviles, instrumentos musicales, motorización náutica, material aeroespacial, ferroviario y un largo etcétera.
En los siguientes artículos iremos contando la historia de estas cuatro grandes marcas. Por el momento, aquí tenéis esta introducción global. Una ayuda para comprender la idiosincrasia que da origen a estos Cuatro Gigantes.