Ene 2021

El freno de pulgar en el mundo de la competición no es algo reciente. Mike Doohan sufrió el 26 de junio de 1992 en el GP de Holanda en Assen un grave accidente que afectó seriamente su pierna derecha. Este suceso motivó que se modificara su sistema de frenado, incorporando una palanca suplementaria al puño del manillar para que pudiera accionarla con el dedo pulgar, sustituyendo la palanca de pie para accionar el freno trasero.

Este sistema se ha probado y utilizado por algunos pilotos tanto en el Mundial de MotoGP como en el de Superbikes. Si bien su implantación no supone ninguna ventaja técnica, sí aporta ventajas en cuanto a conducción.

Hay pilotos que lo utilizan por necesidad tras haber sufrido lesiones o molestias en su pierna derecha que les impide accionar con naturalidad el pedal de freno. También puede ser por comodidad en algunas curvas de determinados circuitos, sobre todo aquellos pilotos cuyo pie es grande y roza en el asfalto o no le permite inclinar lo suficiente la moto sin rozarla. Y otros pilotos, como Dovizioso, lo utilizan como ayuda en la conducción, ya que les permite acomodar la moto derrapando sin tener que comprometer el pie.

Otro motivo para incorporar el sistema de freno de pulgar es poder controlar la sobrepotencia, para que no se levante la rueda delantera (wheelie) mientras exprimen el motor con el puño derecho. Con la mano izquierda se puede aplicar presión en el freno trasero y ayudar así a la electrónica a mantener el tren delantero pegado al suelo.

La leva del freno de pulgar o thumb brake puede ser de empujar (se acciona con el pulgar) o de tirar, y en este caso se emplearía el dedo índice del piloto.

También, las motos pueden incorporar dos circuitos separados, lo que permite accionar la pinza trasera tanto con el pulgar/índice como con el pie. Esto se monta en algunos circuitos donde existen curvas a derechas con ángulos o inclinaciones en las que accionar el thumb brake nos da una ventaja respecto al uso del pie, como comentábamos anteriormente.

En el Campeonato del Mundo de Superbikes, las motos de esta categoría no pueden recurrir a otro material para sus discos de freno que no sea el acero, y sus medidas oficiales son de 328 mm y 336 mm de diámetro, a elegir según las exigencias de los circuitos visitados.

Actualmente, el circuito que más castiga el sistema de frenos es el Chang International Circuit (Tailandia), más incluso que el de Monza (Italia), que ocupa el segundo puesto en cuanto a exigencia.