En numerosos artículos de tipo técnico siempre describimos el sistema de frenos como una serie de elementos que ayudan a la efectividad en el momento de detener el movimiento de tu moto. Además de las manetas y el pedal, los pistones, las pastillas y, por supuesto, los discos de freno, hay un componente al que no prestamos demasiada atención pero que es fundamental a la hora de frenar. Nos referimos a los latiguillos de freno.
Los latiguillos de freno son unos conductos con forma de tubo o manguera similares a unos cables. Conectan las manetas del manillar con las pastillas situadas en las pinzas a ambos lados de los discos de freno. Por su interior corre el líquido de frenos, que es bombeado con las manetas, ya que las bombas de freno normalmente se sitúan en el manillar, y llegan hasta las pinzas. Así, las pastillas entran en movimiento y rozan con los discos para que frenen.
En casi todos los modelos de moto, excepto algunas de altas prestaciones y precio acorde, los latiguillos de freno son de goma o de caucho. Este material es más susceptible de dañarse cuando son expuestos a temperaturas elevadas, a la intemperie, al roce, etc. Por este motivo, muchos usuarios optan por reemplazarlos por los conocidos como latiguillos metálicos. Estos conductos generalmente son de una aleación de acero inoxidable y aluminio.
La sustitución de los latiguillos de serie por unos de este tipo supone una notable mejora directa en aspectos como el tacto y la precisión, además de ser capaces de mantener el máximo rendimiento de todo el conjunto conforme aumenta la temperatura, al disfrutar de un coeficiente de dilatación mucho menor que los de serie.
Si esta mejora se realiza en un taller especializado, además de ser rápida y aconsejable (es un tema de seguridad, no lo olvides), no deberás ocuparte de este punto. Si eres un aficionado que tiene la intención de realizar este cambio, piensa que si tu moto tiene un solo disco de freno, necesitas una línea de latiguillo, si son dos discos de freno, dos líneas de latiguillo y si tienes dos discos de freno y quieres utilizar un repartidor, necesitarás tres líneas de freno.
En el mercado hay una gran variedad de marcas, precios y colores para este producto. No es un factor determinante para la mayoría de los conductores pero si eres de los que les gusta hacer un pilotaje un poco más deportivo y exigente la adopción de latiguillos metálicos es casi obligada. Una pequeña inversión que se traduce en una estimable mejora en la frenada.