El calor extremo nunca es buen acompañante para un viaje por carretera, especialmente si se realiza en moto. Los neumáticos sufren más, los diferentes componentes se pueden sobrecalentar, la comodidad del piloto se ve reducida… Y, sin embargo, el verano es una de las mejores épocas para viajar sobre dos ruedas, especialmente porque coincide con el periodo vacacional de gran parte de la sociedad.

Según la Asociación Española de Autoescuelas, el riesgo de sufrir un accidente cuando se conduce con calor extremo aumenta en un 30%. Por ello, y porque para NG BRAKES tu seguridad es siempre lo primero, queremos que recuerdes una serie de aspectos a los que debemos prestar especial atención si tenemos la idea de realizar alguna ruta o escapada durante los meses más cálidos del año.

Escúchate a ti mismo

Ya lo hemos dicho en alguna ocasión, pero no está de más recordarlo. No hay prisa. En una ruta o un viaje largo, por carretera o por otro tipo de terreno, lo importante es llegar al destino y disfrutar del camino. Por eso, no te precipites y no intentes algo sobrehumano. Si en cierto momento te notas cansado, fatigado o con demasiado calor, debes parar. Incluso si has parado hace poco tiempo. Una parada de 20 minutos, en la que puedas tomar algo fresco y descansar la postura, puede marcar la diferencia en el viaje. Y, sobre todo, puede salvarte la vida.

Como siempre, una buena puesta a punto

Es primordial que tu moto esté en perfecto estado antes de un viaje, independientemente de la época del año. No importa que acabes de llevarla al taller, hay ciertos elementos que es fundamental que revises si la previsión meteorológica indica que va a haber temperaturas muy altas (superiores a 30 grados). El nivel del líquido de refrigeración, la limpieza de las entradas de aire, el estado de los neumáticos… Y, por supuesto, si sientes que la moto se está sobrecalentando de más o que hay algo que no funciona como debería, para en un lugar seguro y haz las comprobaciones pertinentes.

Refrigérate

Si en el coche ponemos el aire acondicionado, en moto también tenemos que buscar opciones para refrigerarnos y no sufrir demasiado. Una son los chalecos refrigerantes, que suelen funcionar gracias a diferentes capas de agua fría, y que es recomendable llevar debajo de la chaqueta ventilada con protecciones. Aunque a priori puede resultar algo extraño, al igual que la sensación inicial, permite que vayamos frescos durante varias horas y que el calor no haga estragos en nosotros.

Apuesta por rutas alternativas

Muchas veces, el camino más corto o más rápido nos lleva a través de grandes urbes, con bastante tráfico y movimiento. Si estás planificando un trayecto de puro ocio, nuestra recomendación es que deseches estas rutas y optes por alguna alternativa, en la que la mayor parte del recorrido se realice por autopista, autovía o carretera convencional. Al haber menos tráfico, el aire circula mejor y evitamos que el calor de los otros motores aumente nuestra temperatura.