Uno de los momentos más tensos que enfrenta un motociclista es la pérdida de control de su moto producto de un pinchazo repentino. Decimos pinchazo como puede ser una pérdida de aire (presión) imprevista o un reventón imprevisible.
Ante cualquiera de estos sucesos, independientemente de la gravedad del mismo, si nos da tiempo a actuar, hay que tener claro que la manera de afrontarlo es conservando una gran dosis de sangre fría.
Lamentablemente, muchos accidentes de caídas con graves consecuencias vienen dados por este motivo. No es lo que esperamos que nos vaya a suceder mientras circulamos y mucho menos si esto pasa en una autopista. Si nos ocurre campo a través es algo asumible dentro de las posibilidades propias del terreno, pero en una carretera que (aparentemente) se encuentra en perfecto estado es algo inesperado.
Ante este caso, lo primero que debemos hacer es no perder los nervios, agarrar de manera firme el manillar, mantener la moto lo más recta posible y disminuir progresivamente la velocidad.
Si es posible, extrema la delicadeza con el freno y, por supuesto, de la rueda que no está averiada. Además, si la moto viene con un sistema de frenos vinculado, debes frenar con mucha suavidad.
Otro detalle importante es tratar de no bajar los cambios de marcha. Es evidente que un cambio de velocidad tan brusco y el frenado del embrague/motor pueden derivar en un descontrol de la moto.
Una vez controlado ese primer momento, debemos apartarnos de la circulación poco a poco, sin maniobras pronunciadas y abandonar el asfalto casi en el último instante. Si ya de por sí es muy inestable el equilibrio sobre el pavimento, imaginaros nada más pisar la tierra… Dependiendo de la velocidad, es probable que no podamos aguantar semejante desequilibrio.
El mejor consejo que os podemos dar para evitar un pinchazo es revisar continuamente la presión de los neumáticos. Es importante inflarlos según lo aconsejado por el fabricante y dependiendo del peso soportado. Un neumático con la presión baja adhiere más elementos agresivos de la carretera e incluso puede llegar a desllantarse con consecuencias más nefastas aún. Además, el mayor índice de rozamiento eleva la temperatura y si no está en muy buen estado hasta lo puede hacer reventar.
Una vez controlada la situación, procederemos en consecuencia con la avería, pero eso ya te lo explicaremos en otro artículo…