Triumph, la marca inglesa de motocicletas, define su ADN con una frase: “La victoria está en nuestros genes”. Y no solo eso, actualmente, la Triumph es algo más que una moto, es un icono que representa un modo de vida y de ser, quizás alimentada por el cine y sus estrellas.
Resulta difícil no pensar en un Marlon Brando sin su Triumph Thunderbird 6T, como siempre lo hemos visto en “Salvaje” (“The Wild One”), o en un Steve McQueen huyendo a lomos de su Triumph TR6 en “La gran evasión”.
La historia comienza con Siegfried Bettmann, su fundador, a finales del siglo XIX (1884), comercializando bicicletas. En el año 1888, adquiere unos terrenos en Coventry (Inglaterra) para levantar lo que sería su propia fábrica de bicicletas de marca Triumph. Al año siguiente (1889), ya estaba produciendo las primeras unidades. En 1898, deciden incorporar una sección de motocicletas y en 1902 se fabrica la primera Triumph, conocida como la N.º 1, diseñada por el ingeniero Mauritz Schulte. Estaba equipada con un motor Minerva de 2,2 cv de fabricación belga.
Vender 500 motos en su primer año y en aquellas épocas, es algo más que un éxito rotundo, y aunque en esa primerísima etapa se basaban en el diseño de otros fabricantes, en 1904 ya empezaron a diseñar sus propios modelos.
Cuando os hablamos de “victoria”, reseñamos que en 1908, Triumph gana la segunda edición del TT de la Isla de Man. Pilotada por Jack Marshall, venció en la modalidad de monocilíndricas a una velocidad media de 64,4 km/h. El año anterior había quedado segunda. En 1955, Johnny Allen inició un increíble período de 15 años de hazañas para Triumph al alcanzar los 310,6 km/h en las salinas de Bonneville, a bordo de la «Devil’s Arrow», una streamliner propulsada por un motor Thunderbird de 650 cc retocado. A raíz de este récord de velocidad, la marca lanzó su modelo más famoso, la Bonneville T120 y su equivalente en 500 cc, la Daytona T100T.
Y por si no lo sabías, en 2019, Triumph firmó un acuerdo exclusivo de colaboración con el Campeonato de Moto2™ de la FIM, un motor desarrollado a partir del propulsor de 765 cc de la Triumph Street Triple RS.
Pero no solo la velocidad alimentaba la fábrica. El comienzo de la Primera Guerra Mundial supuso un impulso para la compañía, ya que la producción se adaptó para contribuir al esfuerzo de guerra. Más de 30.000 motocicletas, entre ellas la Model H Roadster conocida como «Trusty Triumph».
Durante la Segunda Guerra Mundial, Coventry fue brutalmente bombardeada y la factoría destruida. Pero no todo se perdió. Gran parte de las herramientas y maquinaria pudieron ser rescatadas, lo que permitió reiniciar la producción en una nueva planta industrial construida en Meriden, Warwickshire.
En 1983, cuando la fábrica de Meriden cerró sus puertas, el empresario John Bloor adquirió los derechos de la marca, y reflotó la compañía asentando su sede en Hinckley.
Actualmente, Triumph es el mayor fabricante inglés de motocicletas. Produce más de 50.000 unidades al año, y cuenta con más de 750 distribuidores en todo el mundo.