Este artículo no pretende ser un manual de conducción técnica para motos de fuera de carretera, pero sí que puede convertirse en un recordatorio general de detalles a tener en cuenta cada vez que cogemos nuestra moto de enduro o de trail y nos aventuramos por pistas off-road y barrancos.
Antes de la salida debemos tomarnos el tiempo necesario para una revisión de nuestra moto. Chequear la presión de aire de los neumáticos y su estado general. Es necesario comprobar que llevamos el combustible suficiente y con margen de seguridad para hacer la salida teniendo en cuenta posibles imprevistos. Si contamos con parar a repostar de camino hacia la ruta, sobre todo no os olvidéis de hacerlo. No sería la primera vez que con la emoción de la excursión nos olvidamos y en el mejor de los casos, tenemos que retroceder a buscar la gasolinera más cercana.
Llevad un pequeño kit de herramientas para afrontar alguna avería. Una herramienta multifunción, bridas, cinta americana, alguna llave especial o cualquier otro utensilio que nos pueda salvar del apuro.
Aunque ahora resulta prácticamente imposible, es importante no olvidarnos el teléfono móvil. Aseguraos de llevarlo con la carga de batería al máximo y si fuera posible con alguna aplicación de socorro en caso de accidente.
De todos estos aspectos, hay uno que es aconsejable y prudente de tu parte: nunca salir solo. Además del plus de seguridad y tranquilidad que te aporta un compañero o varios, es mucho más divertido.
Respecto a la conducción off-road, los consejos van encaminados a una salida de ocio, con la adrenalina suficiente como para pasárnoslo bien. Para competición de off-road, hay otros artículos de técnica muy completos que te pueden aportar información más detallada.
Controlad los derrapes: si negociamos una curva larga, la mejor manera es fijar la vista en el final de la misma y acelerar progresivamente. Si queremos mantener una velocidad de paso alta, no debemos apurar la frenada. Prevemos la entrada graduando el gas y lo hacemos, si es posible de pie, sacando el pie interior para equilibrar y sentándonos a medio recorrido. De esta manera, sumamos peso en el tren posterior para luego acoplarnos al depósito a la hora de acelerar en la salida. Transmitiendo nuestro peso a la rueda delantera, conseguimos agarre y control al mismo tiempo. Cuando sacamos el pie para acompañar el trazo no debemos extenderlo al 100% y dejar la rodilla rígida. La postura correcta es una ligera flexión de la misma para absorber y amortiguar.
Superar los escalones y pendientes es una cuestión de seguridad, técnica, equilibrio y valentía. Cada uno lo administra según su criterio y habilidad.
Si tenemos la mala suerte de caer en un descenso, es decir, que nos vamos por delante saltando de la montura, debemos procurar mantener aferrado el manillar, apretando el embrague y evitando que el cuerpo de la moto nos alcance como un látigo, hay que ejercer un movimiento de fuerza hacia abajo con la intención de apoyar la moto en el suelo. Así evitamos que empiece a rodar cuesta abajo.
Cuando acabemos nuestra salida, podemos pasar por un lavado express. Así, con el chorro a presión le quitamos la suciedad superficial, y luego en casa ya hacemos los detalles y el mantenimiento: engrase de cadena, comprobación de líquidos, etc.
Y no olvidéis revisar el sistema de frenos, discos, pinzas y pastillas además de los latiguillos.