Conducir (y frenar) en ciudad es la asignatura pendiente de numerosos usuarios, que prefieren los grandes espacios y la relativa tranquilidad de la carretera. Y si hablamos de ir en moto… La cosa se complica. Como ocurre, por ejemplo, con los ciclistas, los motoristas que se desplazan por las grandes ciudades tienen que ser conscientes de algo muy importante: para muchos conductores, son invisibles. Por eso, es más importante que nunca estar alerta.
Es un escenario complicado, pero no te asustes. La destreza se va ganando con la experiencia. Y, por supuesto, escuchando a motoristas más experimentados, para los que la ciudad es su hábitat. Como lo nuestro son los frenos, queremos ayudarte a que frenes con seguridad y tranquilidad en la locura de la urbe. Con estos consejos y unos frenos NG BRAKES, no tendrás nada de lo que preocuparte.
- Aprende a frenar la moto. Parece una tontería, pero es básico. Si eres nuevo en esto, nuestro consejo es que tomes algún curso de conducción y que lo hagas con tu propia moto. De esa manera podrás conocerla bien y sentirte más cómodo en todo momento.
- De la vieja escuela… Lleva siempre dos dedos en las dos palancas de freno del manillar, si tienes un scooter, o los dedos en el freno delantero y el pie derecho preparado para accionar el trasero, si tienes una moto de marchas. De esta manera, podrás reaccionar de forma rápida en caso de ser necesario.
- Somos conscientes de que, a la hora de frenar la moto en ciudad, muchas veces tenemos que reaccionar rápido. Pero es importante no hacerlo de forma brusca si queremos mantener la estabilidad. Lo ideal sería que primero acciones el freno trasero de forma progresiva y, a continuación, hagas lo propio con el delantero.
- Atento a la calzada. En la ciudad, podemos encontrarnos con muchos elementos que parecen inofensivos pero que, sobre todo en lluvia, pueden jugarnos una mala pasada. Las marcas viales, alcantarillas y placas metálicas, posibles manchas de carburante… Es importante evitar frenar sobre ellas, especialmente si el firme está mojado, pues podemos resbalar y caer.
Con estos cuatro trucos y un poco de práctica, tú y tu moto seréis los reyes de la ciudad.