¿Alguna vez te has preguntado por qué apenas hay motos diésel en el mercado? Lo cierto es que estas motos no se suelen fabricar. ¡Vamos a explicarte algunos de los motivos!
En el momento de comprar un coche, una de las principales características que miramos es si su motor es diésel o gasolina. Sin embargo, cuando vamos a comprar una moto no tenemos esta duda, ya que apenas existen motos diésel en el mercado. Pero, ¿cuál es el motivo?
Es posible que ni siquiera te hayas planteado la presencia de las motos diésel en los concesionarios, ya que existen tan pocas que puede que nunca te hayas encontrado con una de ellas. Lo cierto es que a lo largo del tiempo sí que se han fabricado algunas motos con motor diésel, pero la realidad es que han sido más bien experimentos o pruebas que finalmente no han tenido salida comercial.
¿El motivo principal? Debemos analizar varios factores, aunque en resumen, podemos concluir que las motos que contaban con un motor diésel ofrecían un bajo rendimiento, un peso superior y un mayor consumo. En definitiva, las motos diésel no salían rentables para sus fabricantes.
Entre otros inconvenientes, también debemos tener en cuenta que las motos diésel tienen una mala relación de peso-potencia, ya que el motor diésel es mucho más pesado que el gasolina, con lo cual una moto de estas características no puede ofrecer el máximo rendimiento y la mejor experiencia de conducción al motorista. Además, el ruido sería muy superior al de una moto de gasolina convencional y el nivel de vibraciones afectaría directamente a la espalda del piloto, provocando incomodidad, dolores e inestabilidad en la conducción. Todo esto sin contar que el precio de una moto diésel sería mucho más elevado que el de una gasolina, ya que es mucho más caro fabricar un motor diésel que uno de gasolina.
Como podéis comprobar, las motos diésel no son una gran opción en el mundo de las dos ruedas. Sin embargo, hemos comentado al principio que algunas marcas probaron suerte y lanzaron una serie de prototipos diésel. Algunas de estas marcas fueron Yamaha, Honda y Royal Enfield.
Podríamos decir que la Royal Enfield Taurus fue la única moto diésel que llegó a comercializarse a gran escala en 1993. Sin embargo, fue todo un fracaso en ventas, ya que vibraba mucho, era ruidosa y emitía una gran cantidad de humo. Aun así, permaneció en el mercado hasta el 2001.